¿Y quien fue San Vicente?
Según el santoral de la Iglesia Católica, el día 22 de Enero, se celebra la festividad de San Vicente de Zaragoza, diácono de la ciudad aragonesa, martirizado en tiempos del emperador Diocleciano, en torno al año 304. Se le suele representar con vestiduras de diácono y generalmente acompañado de un cuervo o de una rueda de molino referencias iconográficas de su martirio. Actualmente es patrono de ciudades como Valencia o Lisboa.
En la zona castellana, también se venera a otro San Vicente, martirizado también en época de Diocleciano junto a sus hermanas Sabina y Cristeta, oriundos de Talavera de la Reina y cuyo sepulcro se conserva en la Basílica de San Vicente de Ávila.
La leyenda cuenta que ante la invasión musulmana de la Península en el año 711, el cuerpo de San Vicente fue trasladado en barca hasta Lisboa desde la iglesia extramuros de Valencia donde estaba sepultado. Precisamente en el actual escudo de la ciudad de Lisboa figura representada la imagen de dicha barca junto al Santo. Se desconoce en qué momento volvió el cuerpo del Santo a Valencia, si bien hay noticias de que Alfonso II de Aragón ya estaba en posesión de las reliquias en torno al año 1172, aunque la vuelta definitiva a Valencia no se produjo hasta después de la conquista de la ciudad por parte de Jaime I de Aragón en 1238.
Una curiosa leyenda, nos cuenta que el culto a San Vicente Mártir, arraigó especialmente en aquellas zonas por las que pasó el cuerpo del Santo durante el traslado desde Lisboa hasta Huesca.
En cuanto a Colmenar del Arroyo, el único vestigio que se conserva de la antigua Iglesia de San Vicente, erigida probablemente a finales del Siglo XII es la espadaña o torre de las campanas, actualmente integrada dentro de los muros del cementerio. Esta iglesia fue muy importante en los primeros siglos de existencia del pueblo ya que su jurisdicción llegaba hasta El Escorial. Al desplazarse el pueblo al lugar que hoy ocupa, la Iglesia de San Vicente quedaba lejos y era ya muy vieja, hacía aguas y había que tenerla apuntalada, teniendo dificultades la población en asistir a misa y a los actos del culto. Hasta el día de la inauguración de la nueva iglesia, el 8 de Diciembre de 1615, los colmenareños fueron fieles a sus citas con el antiguo templo.
Actualmente, la festividad de San Vicente se vive en Colmenar del Arroyo asociada a la redención que el Santo y el humo de los tomillos ejercieron sobre una peste que afectó gravemente a esta población. Aunque no se ha constatado cronológicamente el hipotético año en que esta epidemia tuvo lugar, la creencia es que, durante los peores momentos de la epidemia, los vecinos quemaban tomillos y retamas al atardecer para aliviar el hedor que se había adueñado de las calles. El 22 de enero se celebra una Misa y procesión donde los colmenareños llevan a hombros a San Vicente hasta el punto más alto de la localidad, el llamado Cerrillo de San Gregorio. El párroco hace una solemne bendición al pueblo desde ese punto en el que estuvo antiguamente emplazado el municipio. Los fastos comienzan la víspera con la quema de tomillos a las puertas de los hogares que previamente habrán sido recogidos en las dehesas del municipio durante la tarde. Durante horas el pueblo se cubre por una agradable neblina con el aroma que desprenden los tomillos al quemarse. Los colmenareños aprovechan así las ascuas que deja la quema de los tomillos para reunirse a su alrededor y acompañarse de familiares y amigos.
Niebla de Noviembre
Iglesia y Torreón del Cementerio
Tapia del Cementerio construida con materiales reutilizados de la antigua Iglesia
Espadaña
La parte derecha del muro corresponde al exterior de la antigua nave de la Iglesia
Vista frontal de la espadaña. La ventana enrejada que aparece en el muro ha sido recientemente tapiada
La Iglesia desde El Caño
La Iglesia de San Vicente desde el Cerrillo de San Gregorio
La Iglesia de San Vicente, una tarde de Diciembre....
Acceso a la Torre
Escalera de caracol
Base de la espadaña, sólidamente cimentada en roca.
Crepúsculo desde El Caño
Las nieblas de Diciembre