En esta entrada de nuestro blog, encontraréis "una historia diferente" de nuestro pueblo Historia Alternativa de Colmenar del Arroyo
La
primera mención escrita al origen de Colmenar del Arroyo aparece en el
“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones
de Ultramar” escrito por Pascual Madoz entre 1845 y 1850. En el se cita
que “el pueblo fue fundado en el Siglo XI por pastores segovianos que apacentaban sus ganados ...”
A pesar de este dato, no es posible conocer con exactitud los orígenes
del municipio, en parte debido a la escasez de hallazgos y prospecciones
arqueológicas y en parte debido a las escasas referencias históricas
disponibles. En los parajes “Los Becerriles, Los Cebadales y La Dehesa”
existen restos de sepulturas formadas con lajas de piedra con un posible
origen visigótico, así como sepulcros antropomórficos excavados en la
roca, posiblemente de origen altomedieval. Los cercanos asentamientos
romanos en la zona de Robledo de Chavela, las explotaciones de época
visigoda en Pelayos de la Presa, así como la importancia militar que en
época musulmana tenía el vado del río Perales en Navalagamella, hacen
pensar en la existencia de algún tipo de asentamiento o explotación de
pequeño tamaño, bastante habitual en los primeros siglos medievales y
probablemente abandonado durante alguna de las turbulencias sociales o
militares que caracterizaron dichos años.
Todo parece indicar que estos primeros asentamientos fueron
reutilizados por pastores llegados a la zona a finales del Siglo XI,
posiblemente como consecuencia de la reciente conquista del Reino de
Toledo por parte de Alfonso VI de Castilla, los cuales aprovechando la
bonanza del clima, la abundancia de pastos y agua para el ganado, así
como la riqueza natural de la zona, construyeron sus propios
asentamientos en el actual enclave del Pajar Viejo, en el oeste del
municipio.
Estos primeros pobladores aprovecharon la abundancia de abejas
existentes en la zona, para construir rudimentarias colmenas en los
troncos huecos de los árboles de la zona. El origen del nombre del
municipio proviene sin duda de esta actividad.
La principal actividad de este primitivo asentamiento eran el pastoreo,
la caza, la apicultura y una agricultura básicamente de subsistencia.
La concesión por parte del monarca castellano Alfonso VIII de numerosos
privilegios y Cartas Pueblas a La Comunidad y Tierra de Segovia a
finales del Siglo XII, aprovechando el desplazamiento de la frontera con
Al-Andalus hacia territorios más al sur, trajo como consecuencia una
nueva oleada repobladora y un aumento de la población existente hasta
ese momento en el municipio que recibió parcelas y nuevos parajes para
ser explotados.
Administrativamente, en esta época, Colmenar del Arroyo
pertenecía al Sexmo de Casarrubios, una de las múltiples unidades
organizativas en que se dividía La Comunidad y Tierra de Segovia para
facilitar su gobierno.
En busca de nuevos emplazamientos para establecerse se comenzó a poblar
un nuevo núcleo organizado en torno a Navazás y el Prado del Conde.
Abundantes hallazgos de restos de tejas, huesos y fragmentos cerámicos
así como la ubicación de la primitiva Iglesia de San Vicente avalan
estas teorías. Continuó la explotación de las numerosas colmenas
existentes en la zona, así como la caza y el pastoreo, comenzando una
explotación intensiva de los recursos agrícolas, plantándose olmos,
chopos y olivos, cereales y sobre todo labrándose huertos a ambos lados
del arroyo.
De este modo, conforme aumenta la población a finales del Siglo XIII
los habitantes se fueron asentando buscando la comodidad y la proximidad
al arroyo y los huertos en la zona ahora conocida como Barrio de Abajo.
El arroyo en aquella época era más caudaloso y menos profundo que en la
actualidad, por lo que fue precisa la construcción de puentes para
comunicar las huertas establecidas en sus márgenes.
Tenemos
así dos núcleos de población, al Norte el primitivo Barrio de Arriba
construido en torno a la Iglesia de San Vicente y el Barrio de Abajo que
aglutina a los nuevos pobladores en torno al arroyo y los puentes. Una
importante mención al municipio en esta época es el “Libro de la
Montería” del monarca castellano Alfonso XI, escrito en torno a 1345 y
en el que se describen los montes y parajes en torno a Colmenar del
Arroyo y como el rey dio caza a dos osos en la denominada Peña de Ocaña.
Los escasos datos disponibles, nos indican que a lo largo del Siglo
XVI, Colmenar del Arroyo continuaba siendo Cabeza de Concejo, y que las
reuniones vecinales se realizaban bajo al olmo plantado en la actual
Plaza de España, ya que el núcleo urbano se había ido asentando en los
lugares que actualmente ocupa, convirtiéndose el arroyo y el olmo en los
ejes vertebradores de la vida del pueblo.
En una de estas reuniones del Concejo, los vecinos acuerdan solicitar
al Cardenal Juan de Tavera, Arzobispo de Toledo y Primado de España,
licencia para la construcción de una nueva iglesia, en las cercanías de
la plaza donde estaba ubicado el olmo, ya que la antigua Iglesia de San
Vicente se encontraba en un estado ruinoso y su alejamiento del actual
núcleo poblacional, la hacía poco accesible a los miembros más mayores
de la comunidad. El Cardenal Tavera, concede la licencia para la
construcción de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora en
privilegio fechado el 1 de Marzo de 1539. La obra ha sido
tradicionalmente atribuida al maestro Juan de Herrera o al menos a
alguno de sus discípulos y el inicio de su construcción se demoró
durante cerca de 50 años debido a la falta de fondos, dándose finalmente
por concluidas en Diciembre de 1615.
El rey Felipe IV otorgó en real cédula firmada el 19 de Diciembre de
1626, el título de Villa al lugar de Colmenar del Arroyo y su anejo La
Chapinería, reservándose el monarca el señorío sobre las minas de oro,
plata y salinas que pudieren encontrarse, quedando así desligado el
municipio de la jurisdicción de la Ciudad de Segovia . Cada uno de los
76 vecinos que entonces poblaban Colmenar del Arroyo, tuvieron que
abonar la suma de 15.000 maravedíes, si bien los habitantes de La
Chapinería solicitaron pagar por si mismos la parte que les correspondía
para solicitar a su vez la separación de Colmenar del Arroyo y su
constitución como municipio libre e independiente.
Fue necesario el deslinde y amojonamiento de los respectivos términos
municipales, para lo cual tuvieron que reunirse el Procurador de
Segovia, varios diputados del Reino así como escribanos de los pueblos
cercanos para conseguir alcanzar un acuerdo. Una vez consumada la
independencia de Chapinería, comenzaron constantes pleitos y conflictos
entre los vecinos de ambos pueblos.
El declive económico que asoló a España a finales del Siglo XVII,
afectó al municipio, de tal manera que para hacer frente a las numerosas
deudas contraídas hasta la fecha, el Concejo decidió en 1692 subastar
públicamente el Señorío de Colmenar del Arroyo, siendo adquirido por un
tal Alonso Camero, el cual a su vez lo vendió al duque de Noblejas en
1693 por la suma de 64.706 reales. El título de Señor de Colmenar
otorgaba al Duque de Noblejas derecho a nombrar a los regidores
municipales, a los oficiales de justicia, así como a percibir
determinados impuestos.
De esta época tenemos una mención en el catastro elaborado por el
Marqués de la Ensenada en 1752 en el que figuran 71 vecinos. En las
Descripciones o Relaciones elaboradas por el Cardenal Lorenzana en 1784,
el pueblo aparece calificado como insalubre debido a su situación
pantanosa y al pésimo estado en que se encuentra el cauce del arroyo. La
población se ha reducido hasta los 50 vecinos, sin duda por las malas
condiciones sanitarias y las epidemias periódicas que asolaban la zona.
La principal actividad del municipio continua siendo la agricultura,
cereales en las tierras de secano y algarrobos, olivos y viñedos en los
márgenes del arroyo. Las colmenas, antigua fuente de riqueza para el
pueblo aparecen reducidas a tan solo 48 en esta época. La ganadería
continuaba siendo una importante fuente de ingresos, tomando especial
importancia la porcina frente a las tradicionales equina, vacuna y
ovina. Otra fuente de ingresos era la explotación de prados y pastos
comunales.
De gran trascendencia para Colmenar del Arroyo fue el decreto
promulgado por las Cortes Generales reunidas en Cádiz en 1811 por el que
quedaban abolidos todos los señoríos jurisdiccionales y los vasallajes,
que tanto habían condicionado el desarrollo de la comarca.
Transcurridos 25 años desde la promulgación del decreto, el Duque de
Noblejas continuaba dominando Colmenar del Arroyo, por lo que el Concejo
promovió un pleito ya que se negaba a abonar la indemnización exigida
por el Duque para renunciar a sus derechos sobre el Señorío.
Desafortunadamente el fallo final no es conocido y en 1833 el rey
Fernando VII promulgó el Decreto de las Provincias, dividiendo el
territorio nacional y a consecuencia del cual Colmenar del Arroyo pasó a
integrarse en la provincia de Madrid, abandonando todos los lazos con
la provincia de Segovia. El pueblo perteneció en un principio al Partido
Judicial de Navalcarnero para integrarse en 1887 en el de San Lorenzo
de El Escorial.
Gran repercusión tuvieron también en Colmenar del Arroyo los decretos
desamortizadores promulgados por el Ministro de Hacienda Juan Álvarez de
Mendizábal en 1836 por el numerosos predios, prados, huertos y viñas
pertenecientes a la parroquia y a las cofradías religiosas fueron
incautados por el Estado y vendidos a precios irrisorios al mejor
postor.
El siglo XX vio aumentar la población hasta los 490 vecinos, con la
agricultura y la ganadería como pilares básicos de la economía del
municipio. En 1927 el alcalde hizo construir la actual Fuente del Caño
que canalizó el agua que bajaba de un manantial ubicado en la antigua
zona de Navazás.
Como ultimas reseñas históricas citaremos la construcción de las
escuelas y del lavadero municipal a comienzos de la década de los
cincuenta así como el definitivo encauzamiento del arroyo.
Actualmente Colmenar del Arroyo continúa explotando la agricultura y la
ganadería de forma prácticamente testimonial, dedicándose a la oferta
turística y como segundo lugar de residencia.
Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora
Puente de El Caño
Antigua compuerta del Molino de Retes
Caz o canal que llevaba el agua al cubo de presión del molino
Piedra de molino conservada entre los restos aledaños al molino
Molino de El Cubo
Piedra de molino y salida del cubo de presión del Molino de El Cubo
El Lazareto
Restos sepultura tardorromana en el entorno de El Caño
Conduccion de agua procedente del Acueducto de Segovia
El Caño
Puente de La Fragua
Espadaña de la antigua Iglesia de San Vicente
Potro de herrar
Urna cineraria o posible sepulcro infantil de origen tardorromano o visigodo
Fortines de la Guerra Civil Española (Vista posterior)
Fortines de la Guerra Civil Española
Bonita casa en ruinas
Abrevadero
La Noria de las Huertas
Caz del Molino de Las Viñas
Arco bajo el caz del Molino de Las Viñas